La ermita, construida en le siglo XVII, tuvo muchas reformas que la dotaron de tres naves, que no es usual en estas construcciones.
Su ubicación privilegiada en el mejor mirador de Toledo se resume en unos sencillos versos sobre cerámica del famoso artesano talaverano Ruiz de Luna:
"[...] .Aunque pequeña me ves soy muy grande como ermita, pues la reina que me habita tiene Toledo a sus pies [...]"